Capital del Bierzo, se encuentra sobre una elevada meseta, cuyo origen se remonta a la Edad Media. Debe su nombre a un antiguo puente de férreo armazón denominado "Pons Ferrata" (siglo XI). Devastada por los árabes y reconstruida por Alfonso III quedó en manos de Los Caballeros Templarios para defender y proteger a los peregrinos en su camino hacia Compostela. Esta es la razón por la que se la conoce como "La Ciudad de Los Templarios". Con La disolución de la Orden y el pasar por varios nobles, Los Reyes Católicos compran la ciudad para la corona.
No podemos dejar de visitar sus monumentos más emblemáticos como son el Castillo Templario, la Torre del Reloj, la Basílica de la Encina, la Real Cárcel, la Casa de los Escudos.